La vuelta de tuerca final de la película de la soja en 2025 consolidó la recuperación de las últimas semanas en el precio, que viene siendo observado con lupa justo cuando se empieza a sembrar en Uruguay un área que tiene un piso por encima de 1,2 millones de hectáreas para el cultivo más extendido en la agricultura local. China comenzó a comprar embarques en Estados Unidos y dinamizó un mercado que venía en alza, aunque con cautela y en un contexto de precios que está por debajo del promedio de los últimos tres años para la oleaginosa. En la Bolsa de Chicago la tonelada de soja cruzó los US$ 430 en la posición julio 2026 de referencia para Uruguay, y en el mercado local se informaron cotizaciones por encima de los US$ 390/ton por primera vez en más de un año. Los productores que optaron por cerrar algunos kilos arrancan por encima del precio presupuestado y por encima de los precios promedio de la anterior cosecha, de entre US$ 370 y US$ 375 por tonelada. La volatilidad persiste con base en factores geopolíticos y comerciales, mientras el mercado climático se traslada al sur una vez cosechados los campos en el norte, y especialmente a Brasil que registra un retraso en la siembra respecto a 2024, aunque las proyecciones mantienen la estimación de un nuevo récord productivo de entre 177 y 180 millones de toneladas. La soja y una incertidumbre que no cede “Vamos a tener volatilidad y no necesariamente una tendencia alcista, por lo menos por ahora”, sostuvo el operador Fernando Villamil, director de Hajnal y Cía. “Es muy rápido para confirmarla, tuvimos una muy buena suba el lunes de US$ 8 para la soja, que compensó la baja de US$ 8 del viernes anterior”, dijo. Entre martes y miércoles sumó una nueva baja de US$ 8. “Una volatilidad alta para estos productos”, opinó. En el escenario actual la soja en Uruguay “sigue estando en competencia”, consideró Villamil en Tiempo de Cambio de Radio Rural, y con mejores números que los de hace un mes. Con un poco de ansiedad en los casos que se depende para plantar de la cosecha de cebada y de trigo algo demorada por la primavera fresca y extendida, las siembras de soja de primera se van completando. Para la siembra de soja “estamos manejando un área similar a la del año anterior”, apuntó Villamil, “y va a necesitar unos 1.800 kilos por hectárea con un costo directo de US$ 650 por hectárea y en los últimos años hemos estado por arriba de 2.000 kg/ha sin ningún problema climático”. La Mesa Tecnológica de Oleaginosos (MTO) proyectó en octubre una superficie de intención de siembra de soja en Uruguay de 1,35 millones de hectáreas -30 mil hectáreas menos que el año pasado-, con una expectativa de precios de entre US$ 350 y US$ 380 por tonelada para la próxima zafra. Sobre rindes iguales al promedio de las últimas cinco zafras (2.200 kg/ha), el margen promedio sería de US$ 166 por hectárea que, a los precios proyectados de US$ 365/ton en promedio, indica un rinde de equilibrio antes de renta cercano a los 1.745 kg/ha, con precios menores y costos similares a la zafra anterior. “Se esperarían márgenes con dificultades para cubrir el costo de renta”, con un margen bruto dos veces y medio inferior a los US$ 388 en la campaña pasada, que arrojó un promedio récord de más de 3.100 kilos por hectárea a nivel país. El antecedente En 2024/25 el incremento del área y los altos rendimientos determinaron una cosecha récord de entre 3,9 y 4 millones de toneladas. Hasta la última semana Uruguay lleva exportados 3,63 millones de toneladas de soja en 2025 por US$ 1.445 millones, a un promedio de US$ 398 por tonelada (FOB), según los datos de Aduanas. Las cotizaciones al productor en la última zafra han sido de entre US$ 360 a US$ 370. En 2024 fueron embarcados 2,8 millones de toneladas de soja, con ingresos de US$ 1.205 millones. La compañía china Cofco, que movilizó una de cada cuatro toneladas embarcadas, destacó la “calidad” de la oleaginosa uruguaya en la zafra 2024/2025, con indicadores de 13,3% de humedad en promedio, 1,9% de grano dañado, 33% de proteína y 19,1% de aceite. Siembra: inicio casi perfecto La siembra “viene muy bien”, afirmó el productor Gabriel Carballal, “con condiciones casi perfectas respecto de fecha de siembra y humedad”. La frecuencia de las lluvias en primavera, con acumulados por debajo de los registros climatológicos de largo plazo pero buena periodicidad, “hace que tengamos el perfil de agua justito y redunda en cultivos que están preciosos implantados”. Falta poca soja de primera por sembrar –la mayoritaria, con más de 600 mil hectáreas– y en el caso de los cultivos de segunda se está sembrando “sobre lo que se ha cosechado, colza y algo de cebada, donde ya se implantó y ya nació, un éxito para cultivos de segunda con fecha de primera”. El buen inicio sugiere potenciales intactos para los cultivos. “Por el lado de la restricción hídrica potencial que tenemos para adelante sería bueno que estos cultivos, después de que se implanten bien y generen cierto volumen, tengan alguna restricción de humedad para que emitan raíces”, apuntó Carballal. “Aunque parezca un sinsentido”, explicó, porque “mientras la planta tenga agua hace sistemas radiculares muy superficiales, y si en algún momento llega a faltar el agua eso puede ser muy peligroso”. El peso de China China parece haber abierto la canilla de las compras que Estados Unidos necesita para colocar buena parte de la producción de 115 millones de toneladas que acaba de terminar de cosechar, y la soja para julio 2026 lleva cinco semanas de gradual y persistente ascenso. En lo que va de la temporada, las ventas estadounidenses acumulan 12,8 millones de toneladas, 36% menos que en el mismo período del año anterior. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que las exportaciones estadounidenses para esta temporada alcanzarán los 45,86 millones de toneladas. China sigue embarcando volúmenes récord en Sudamérica. Brasil exportó 100,6 millones de toneladas entre enero y octubre según datos oficiales, un 6,7% más que en 2024, y el 91,7% con destino a China. En Argentina, la Secretaría de Agricultura de la Nación informó que, con los 1,25 millones de toneladas despachados en octubre, China sumó compras de soja argentina por 6,83 MT desde abril, un volumen que superó en 86% al año anterior y que representa el 88% de todo el volumen embarcado. Se espera otro récord al cierre de noviembre, con un volumen que superaría los dos millones de toneladas. “Todo es resultado de las transitorias bajas de los derechos de exportación, sobre todo, de la fugaz rebaja de retenciones a cero que se dio entre el 22 y el 24 de setiembre, que fueron usufructuadas por los compradores chinos en medio de la disputa comercial entre China y Estados Unidos”, señaló la corredora Granar. 400: el número clave “Mientras haya una importante oferta regional”, remarcó Villamil, “en Uruguay vamos a tener un descuento mayor al que tenemos actualmente sobre los valores”. Las primas se van ensanchando, y eso se ha observado en los últimos días con la recuperación de la competitividad estadounidense y la suba de las primas en Brasil. Tras los picos de US$ 390 en el mercado local en las últimas dos semanas el nivel volvió a la franja de entre US$ 380 a US$ 385. “Está lejos de los US$ 400 deseados”, dijo el titular de Hajnal y Cía, “que realmente es un número que resuelve muchas cosas”. Pero también las expectativas se van moviendo, añadió. “Si hoy hacemos una encuesta con los productores, sin duda muchísimos van a ser vendedores a US$ 400 dólares, pero llegado el momento y dependiendo de la tendencia del mercado, quizás cuando se llega esas expectativas se corren un poco más arriba: los precios meta no generan la totalidad de las ventas establecidas como objetivo en ese momento”, indicó. En un mercado reactivo a los sucesos comerciales y políticos la incertidumbre seguirá presente. Se va despejando la incógnita de los negocios entre China y EEUU como factor de mayor impacto. En su último informe de oferta y demanda de granos el USDA recortó la producción estadounidense más de lo esperado por los operadores, redujo la expectativa de exportaciones de EEUU y ajustó los stocks de 8,98 a 8,61 millones de toneladas. Con todos estos datos alcistas ya incorporados a las cuentas de los brokers en Chicago y un poco más de orden en el escenario comercial, las presiones para el mercado pasan a recaer en la campaña sudamericana. “No hay que descartar que tengamos en algunos momentos presiones fuertes de oferta”, observa Villamil, “si se confirma una cosecha tan importante Brasil va a tener que salir a vender bajando precios y eso obviamente nos va a afectar a nosotros, siendo más bien tomadores de precios de la oferta brasileña de Brasil, vamos a tener una presión de oferta hasta precios más bajos que los actuales”, reflexionó. Con buena humedad en el suelo y pisos de rendimiento que han ido trepando año a año por los avances de la genética, los paquetes tecnológicos y el manejo, Uruguay se perfila otra vez para una zafra de soja con la vara alta para los rendimientos de equilibrio y con China moviendo las perillas del mercado. Por ahora el potencial tiene posibilidades de expresarse plenamente con una siembra en fechas adecuadas y con suficiente agua en el suelo.